Encontrar la paz interior

 

 

 

Teresa Águeda Reyes Moreno

En el fondo de nuestro ser todos buscamos la paz interior

¿Y cómo busco yo esa paz interior?

De manera sencilla, porque todos la llevamos dentro, no hay que buscar en ningún sitio, no existe cosa alguna que la traiga, solamente tengo que darme la oportunidad de querer sentirla, la tenemos en nuestro interior, la tengo en mi interior.

Favorece conectar con uno mismo, a través del silencio, de la meditación, … dedicar un espacio para nosotros, para mí; pero este tiempo no hace referencia al de ir al gimnasio, clase de música, manualidades, etc. todas estas actividades están muy bien, sobre todo, si desarrollo de alguna manera la creatividad, ayudando a ejercer mis dones y talentos.

El tiempo y espacio de silencio que me dedico es un momento de recogimiento, de contemplación, de no hacer, de Ser. Concentrándome en sentir en el pecho el Ser de luz que Soy.  Siendo mecido por el ritmo de la respiración y disfrutando de los espacios sin pensamientos, que dejamos pasar, como nubes en el cielo, cuando broten en la mente sin engancharte a ellos.

Cuando vivo en el aquí y ahora, fluyendo con la vida en cada momento y parando el pensamiento, que lo único que hace es sacarme del momento presente, llevándome a recordar un pasado que no existe o suponiendo un futuro que tampoco es.

Alineando lo que pienso, digo y hago con lo que siento. Decir sí cuando quiero decir sí, y decir no cuando quiero decir no.

Teniendo en cuenta que todos somos uno, que la persona que tengo enfrente, soy yo. Si me amo, puedo extender amor. Si doy ¿quién recibe?

Recordando que no soy solamente un cuerpo físico, soy mucho más; este cuerpo que cuido, es el que veo y toco, pero por encima de este se encuentra el cuerpo etérico (somos energía), de ahí los buenos resultados de las terapias como el Reiki. Cada cuerpo exterior tiene influencia sobre los interiores, Josep Soler lo compara con las muñecas rusas, las Matrioshka, siendo la más pequeñita la más densa, el cuerpo físico.

Al cuerpo etérico le sigue el cuerpo emocional, las emociones son la fuerza de la vida, hay que dejar sentir las emociones y no bloquearlas, que es lo que normalmente se hace, nos enseñan de pequeños a frenarlas impidiendo nuestro sentir y su influencia en nuestro desarrollo.

Siguiendo con esta jerarquía, tenemos el cuerpo mental con el que creamos nuestro escenario de vida con la mente, a través del filtro de la multitud de creencias que tenemos, a modo de ejemplo si creo que enfermo por una corriente de aire, así será.

Cuando vivimos identificados con el yo físico, mental y emocional, vivimos en el miedo, la culpa, la insatisfacción, la queja, el juicio, el sufrimiento, etc. que se manifiesta en el cuerpo con ese “rucurucu” interior, en el estómago o en el pecho, que lo definimos como nervios o angustia con el que tan acostumbrados estamos a sentir.

Y, por último, e influyendo en todos los demás, está el cuerpo espiritual, es el que nos da el verdadero propósito o sentido a la Vida, que es despertar y recordar nuestra esencia, para vivir en consonancia con esa realidad: la alegría, el goce, sabiduría y aceptación. Así que la verdadera sanación viene de este cuerpo.

Cuando recuerdo que realmente soy un ser de luz, y dejo de intentar influir en la vida para fluir con ella, el regalo se presenta y me llega una Paz, una tranquilidad interior de la que no quiero salir nunca y no es de este mundo. El verdadero poder mental es cuando ponemos la mente al servicio del amor.

“La Paz interior es un trabajo personal,

 todos podemos sentirla porque ya la tenemos dentro”

Teresa Águeda Reyes Moreno es profesora del ámbito científico-tecnológico del CEPA San Cristóbal. Divulgadora de Consciencia. Maestra en Reiki Kundalini, Terapeuta en árbol transgeneracional y Numerología del Ser.