¡Que se CEPA!

En este espacio se intentará mostrar por dónde pretende orientarse la actividad del CEPA y dar cabida también al sentir y modo de pensar de los distintos sectores de su Comunidad Educativa ante temas que les afecten.

Tiempo de cuidados

Una compañera de profesión, viendo uno de los reportajes que se emitieron a raíz de la acción que el CEPA San Cristóbal (junto con el CEPA Comarca Nordeste, el CEPA Titerroigatra y el CEPA San Sebastián de La Gomera) realizó el pasado día 7 de junio me comentaba que le llamó la atención lo bien que se expresaban los alumnos de nuestro centro a la hora de explicar en qué consistió esa actividad y la correcta manera de expresarse.
Cuando nos hablan bien de nuestros hijos uno no puede evitar  sentirse orgulloso. Con los alumnos nos pasa algo parecido. Orgullo individual.
Pero creo que también hay otros motivos para sentirse orgulloso y que ese orgullo es colectivo.  Hablo del orgullo colectivo: del que se siente por lo que uno hace no solo sino junto con los demás. Como en el caso de esa acción del pasado día 7. Como cuando nos manifestamos para conseguir mejoras en nuestro barrio o para reclamar lo que creemos que es justo no solo para mí sino para un colectivo al que pertenezco o incluso para uno al que no pertenezco.
Creemos en Malatinta que si hay algo que define estos tiempos inciertos que nos toca vivir es el de la necesidad de ese orgullo colectivo y de las acciones que lo generan. Algunos creemos que ese debe ser el eje fundamental  que nos debe preocupar como colectivo social de ahora en adelante: todo l oque tenga que ve con cuidarnos. Como individuos unos a otros, cuidados para prevenir y cuidados tras situaciones provocadas o sobrevenidas. Cuidado en la enfermedad, pero también cuando otros nos dañan, como relatan algunos de los contenidos de esta edición, del maltrato, de las malas decisiones y sobre todo de sus consecuencias.
Pero también cuidado de nuestro entorno: el más cercano, el que compartimos como hizo el alumnado del CEPA en esa acción del pasado día 7 .

Y cuidar nuestro entorno por nosotros y para quienes vengan después que nosotros. Ver ese día a mujeres con más de 70 y 80  años le hace a uno pensar que no estaban allí sólo por ellas sino especialmente por aquellos que son suyos, hijos, nietos, y  que seguirán aquí después de ellas.

El cuidado por y para nosotros  y para los que ahora son nuestros y para los que serán cuando nosotros no estemos.

Por eso, acciones como las del pasado día 7 y otras tendrán continuidad en una web canariasporelplaneta.org, creada pòr alumnado de este centro y que pretende ser eje difusor y dinamizador de eso que desde aquí entendemos necesario en los tiempos que corren: cuidar lo que nos importa y hacerlo no de uno en uno, sino entre todos, porque no es  posible de otra forma.

 


En ediciones anteriores de 

Echando a andar… o navegar. Diciembre 2018

“… Tiempos nuevos… tiempos salvajes…”

Así decía la canción de Ilegales. Y así parece que son estos nuevos tiempos, en los que lo que parecía inmutable de repente se desmorona y a cada afirmación del tipo “no… no puede ser…” le sucede un “quién lo iba a decir…”

Y si el adagio de San Ignacio aconsejaba aquello de “En tiempos de tribulación conviene no hacer mudanza…”, algunos en el CEPA creemos que es el momento de mudarse. Del papel a lo digital. Cambiar para adaptarse, para sobrevivir.

Obviamente no somos el Washington Post, pero creemos que una publicación de un centro educativo y en particular uno de educación de personas adultas debe buscar, como el centro en sí mismo, su oferta y actividades, la visibilidad. En primer lugar, ante sus potenciales usuarios, pero también, aprovechando las oportunidades que da el formato y sus potencialidades de difusión, ante todos los agentes e instituciones que de una manera u otra tienen que ver con esto que ha dado en llamarse últimamente aprendizaje a lo largo de la vida.

Y no sólo eso: también un espacio en el que dar cabida a otros contenidos, inquietudes y experiencias. De nuestro alumnado, de otros lugares, de otros modos de entender la vida. Salir ahí fuera parece, a pesar de lo de los tiempos salvajes del principio, no ya una opción, sino casi una necesidad.

Lo de Malatinta no pretende ser sino un guiño. Al contrario que aquella coletilla clásica (“Lo sé de buena tinta”) pretendemos mostrar que hay muchas tintas, colores, visiones y miradas y que aquí de entrada caben todas  y que ni siquiera damos por sentado que la nuestra (nuestra mirada, nuestra tinta) sea la buena. Y, a qué negarlo, nos ha podido sobre todo la sonoridad del nombre y que el dominio estaba libre.

No podremos hablar a partir de ahora, evidentemente de números o ediciones de esta publicación, pero es nuestra intención aparecer ante quienes quieran echar un vistazo dos o tres veces al año.

Las secciones serán, de momento las que pueden observar en el menú de inicio y en una de ellas, El Tintero, pretendemos tratar un tema o tópico  central con diferentes artículos y/o aportaciones. En esta primera aparición casi resultaba obligado dar cabida como eje a la realidad de la educación de personas adultas en distintos lugares y desde diferentes ópticas.

Bienvenid@s tod@s a bordo