El origen del centro municipal de educación de adultos de Hannover se debe a dos intelectuales inconformistas de la década de 1920.
Christian Geisselmann
Volkshochschule Hannover en diciembre de 2018: el gran edificio en el límite occidental del centro de Hannover, justo en las orillas del impresionante río Leine, parece bastante prosaico en comparación con las numerosas y pintorescas casas de entramado de madera del siglo XVII (o más exactamente sus reconstrucciones de posguerra) que le dan a esa parte de la ciudad un toque típico alemán. El edificio se erigió inicialmente como un instituto de secundaria, luego se restauró y en 2015 fue entregado a la Volkshochschule. Este centro de educación de adultos es una subestructura del municipio, aunque con mucha independencia pedagógica.
Parte trasera del edificio de VHS Hannover visto desde el río. Vista del centro desde el lado de la ciudad
El edificio cubre su estructura central de la década de 1970 bajo una remodelación de la fachada del 2000, sobresaliendo de entre las paredes de hormigón gris los marcos de ventanas negros. Una vez dentro sorprende un hall de entrada casi grandilocuente que una vez sirvió como patio de recreo interior para los chicos de la escuela, con aulas y despachos que se asoman a él desde los tres pisos de altura. Ahora este edificio convertido en el centro de educación de adultos más grande de la ciudad nos recibe con un vestíbulo de dimensiones de enorme gimnasio que a veces se utiliza para exposiciones y otras para eventos culturales o recepciones. En los días ordinarios se queda allí inesperadamente vacío, sólo ocupado en las horas punta por los distintos tipos de personas que visitan Volkshochschule (VHS) para asistir a un seminario o un evento o para tomar un café en el bistro frente al río, con su terraza al aire libre mirando hacia el oeste, muy apreciada por los ciudadanos al menos en aquellos días raros pero afortunados en los que el clima en Hannover nos da un descanso de su proverbial nubosidad.
Hall de entrada al centro en el transcurso de una exposición sobre refugiados (noviembre, 2018)
Las personas que vemos en el vestíbulo y en el bistro representan a muchos grupos de la colorida sociedad de Hannover. Vemos a refugiados de Siria y Afganistán que se dirigen a sus cursos de alemán cuatro días a la semana. Vemos a personas que vienen de Rusia o Marruecos cogiendo número de espera para recibir asesoramiento sobre educación cada martes y jueves; la gran demanda provoca que esperen en largas colas en el corredor del departamento de alemán. Vemos la figura alta y esbelta de Mic Hale, un inglés y jefe del departamento de inglés, con su guitarra colgando al cuello yendo a toda velocidad a dar su clase de música del miércoles por la noche, y una docena de mujeres predominantemente mayores de la clase media educada de Hannover que asisten más porque la actividad y la compañía son agradables que para aprender inglés.
Si subimos las escaleras en el extremo más alejado del hall de entrada o usamos el único ascensor disponible, en las aulas del primer piso vemos a personas de 30-40 años sentadas detrás de grandes pantallas de ordenador, siguiendo las instrucciones de algún profesor vestido con ropa informal en una de esas ‘pizarras interactivas’ que se han convertido últimamente en una tendencia en la educación de adultos en Alemania. Es probable que estos estudiantes trabajen en empresas de la ciudad y deseen mejorar sus habilidades para usar aplicaciones de software, o aprender algo más especializado, como editar fotografías profesionalmente o programar una base de datos o un sitio web para su pequeña empresa o tal vez simplemente como un hobby.
En la cocina de prácticas de la planta baja, con un gran ventanal que mira hacia la zona peatonal exterior, un grupo de diez hombres de diferentes edades están cortando zanahorias y puerros. Asisten al curso Cocina para hombres, ¡hágalo usted mismo! Mientras tanto, en las escaleras frente a la entrada principal, un grupo de tres o cuatro empleados de la administración se reúnen para hablar sobre la administración de las instalaciones o el asunto de Recursos Humanos mientras disfrutan de un cigarrillo (fumar está estrictamente prohibido en el interior). Brevemente saludan a dos de los tres conserjes de la institución que empujan un carrito con nuevas pantallas de ordenador para equipar un aula de clase. Dos tímidas chicas de 20 años siguen a los conserjes y se ven un poco desorientadas en el vestíbulo. Están en busca de su curso de japonés pero han olvidado el número del aula.
Desafortunadamente, el puesto del conserje que los arquitectos colocaron sabiamente junto a la entrada principal está habitualmente desocupado. Hay un número de puertas de color gris oscuro a lo largo de un lado del pasillo, pero todas están cerradas y parecen un poco intimidantes. Pero luego las dos chicas ven una puerta abierta al final del corredor. Allí encuentran a Margarete y Ewelina, asistentes de oficina del departamento de Vocación y Carrera, quienes por un hábito amistoso generalmente dejan su puerta abierta para que las personas perdidas en el vestíbulo tengan la oportunidad de pedir ayuda; aunque los cursos de idiomas no son responsabilidad de Margarete y Ewelina.
Si hubiera un panel informativo en el área de entrada para enumerar los departamentos y empleados, los visitantes entenderían rápidamente que este centro de educación para adultos es uno de los Volkshochschulen más grandes de Alemania (literalmente: “escuelas secundarias populares”). Tiene alrededor de 100 empleados en plantilla (70 de ellos a jornada completa) que lo organizan todo. Las clases son impartidas por unos 700 profesores contratados, la mayoría de ellos profesionales en cualquier área: profesores en escuelas públicas, ingenieros, desarrolladores de software, artistas independientes, lingüistas (preferiblemente de países extranjeros, que enseñan aquí su lengua materna), periodistas y abogados, gente de teatro, profesionales médicos y expertos en diversas terapias.
De forma excepcional, VHS Hannover también emplea a unos 30 maestros. Ofrecen clases a tiempo completo para adultos que no tienen su certificado mínimo obligatorio de escolarización (generalmente porque crecieron en un entorno familiar desfavorable), y ahora tienen una segunda oportunidad de completar una formación básica mínima, requisito previo indispensable para encontrar incluso la forma más simple de empleo. VHS Hannover es en esto un caso excepcional, ya que en otros lugares tales cursos de segunda oportunidad son proporcionados por escuelas regulares o instituciones especiales.
Hay unos 900 Volkshochschulen en Alemania. En otras palabras: prácticamente todas las ciudades tienen una. Estos centros de educación para adultos son miembros de una asociación nacional (Deutscher Volkshochschulverband) con sede en la antigua capital de Alemania Occidental, Bonn, no lejos de Colonia. Hay Volkshochschulen de todos los tamaños, desde pequeños que son dirigidos simplemente por voluntarios y que ofrecen menos de 5000 horas de enseñanza por año, a grandes como VHS Hannover, donde se dan 100.000 horas de enseñanza por año a aproximadamente 30.000 participantes en alrededor de 2.000 cursos o seminarios. La Volkshochschule más grande de Alemania está en Münich, superando en tamaño incluso a su organización de Berlín, porque Berlín, por razones históricas, no es una sola VHS, sino organizaciones separadas en los distintos distritos de la ciudad.
Las instituciones de tipo Volkshochschule empezaron a surgir masivamente en Alemania a partir de 1919, después de la I Guerra Mundial. Por supuesto, existían tradiciones más antiguas de organización de la educación de personas y trabajadores en el siglo XIX, especialmente en la era de Wilhelmine. Estas iniciativas a menudo fueron impulsadas por el deseo de mejorar la vida de los trabajadores industriales en los barrios de la clase trabajadora en las ciudades más grandes. Otras raíces se pueden encontrar en grupos y organizaciones religiosas, como las iglesias cristianas, las comunidades judías y otros grupos ideológicos. Los movimientos por los derechos de los trabajadores y los socialistas también tuvieron su parte de contribución. El movimiento en pro de la educación de adultos fue tan fuerte que la idea de estos centros fue finalmente tallada en la madera de la nueva constitución que entró en vigor en 1919: el artículo 148 de la Constitución de Weimar postuló que “… la educación de las personas adultas, será apoyada y sufragada por el gobierno central, los gobiernos provinciales y las corporaciones municipales” No aparecen más detalles que éste en la constitución, pero parece más que notorio que ya se mencionase la idea y hasta el nombre de Volkshochschulen.
En Hannover, fueron Adele y Theodor Lessing, una pareja de intelectuales progresistas con una mentalidad y un estilo de vida poco convencionales para su época, quienes se encontraban entre los activistas principales que lucharon para la creación de la Volkshochschule local.
Adele o más comúnmente Ada, (1883) creció en una casa de huéspedes rural gestionada por su padre, un destino popular en el bosque de Eilenriede, que fue entonces y sigue siendo ahora el parque más grande de Hannover. Theodor (1872) era el hijo de una familia bien situada de judíos asimilados: su padre, un médico y su madre, hija de un banquero. Theodor tuvo bastantes dificultades en el sistema escolar convencional, y a la larga estudió medicina en el sur de Alemania sin terminarlo realmente. Luego se dedicó a la literatura, la filosofía y la psicología, y finalmente se convirtió en escritor y periodista. Se hizo famoso por sus duras críticas a la sociedad, la cultura, las artes y la política contemporáneas. Especialmente la parte más conservadora de la sociedad de Hannover recibieron de mal modo sus críticas abiertas, y más aún cuando más tarde evolucionaron hacia la extrema derecha nacional. Enseñó filosofía en la universidad de Hannover (llamada Technical University en ese momento) pero no obtuvo nunca la titularidad, por lo que durante muchos años vivió de sus honorarios por clases particulares y sus colaboraciones en los periódicos liberales y democráticos a los que contribuyó de manera obsesiva. Los ingresos por las clases y conferencias universitarias siempre se mantuvieron inestables.
Ada fue su segunda esposa. Probablemente se conocieron por primera vez en 1907/1908, un par de años después de que Ada hubiera dejado a su primer marido, un propietario de una finca agrícola en las cercanías de la ciudad con el que había estado casada desde los 19 años y con quien logró convivir solo dos. Uno de los muchos pasos no convencionales de Theodor y Ada fue que comenzaron a vivir juntos en una casa en uno de los suburbios del jardín burgués de Hannover, Anderten, incluso cuando aún no están casados. ¡Un escándalo en ese tiempo y lugar! Ada comenzó en 1914 a luchar en el movimiento por los derechos de las mujeres. Se convirtió en miembro del Partido Socialdemócrata, un movimiento en el que se involucró también Theodor.
En 1918-1919, justo después de la Gran Guerra, cuando la sociedad estaba destrozada y la ciudad era una importante encrucijada a nivel nacional de los comerciantes del mercado negro y los soldados que regresaban traumatizados por los horrores de la guerra, la pareja se convirtió en activistas en la iniciativa para establecer una “escuela secundaria popular”, o Volkshochschule, como un medio para contribuir a formar una sociedad nueva y mejor. Según lo dispuesto también por la legislación nacional, esta empresa recibió apoyo a través de algunos fondos municipales. La idea era dar a la gente común la oportunidad de mejorar su educación paralelamente al trabajo que era necesario para la subsistencia. Inicialmente, la Volkshochschule tenía la intención de dar a la población trabajadora la oportunidad de explorar la ciencia y las humanidades, es decir, ser, de hecho, una universidad de trabajadores. Más tarde se apartó de los temas académicos y de la ciencia y se centró más en las habilidades prácticas y generales, y en el desarrollo general de la personalidad. Fue Ada Lessing quien se convirtió en la primera directora de esta institución en Hannover y mantuvo este puesto de responsabilidad durante toda la época tormentosa de los años veinte y principios de los treinta. Coordinó el trabajo de los maestros independientes, cuidó de mantener las aproximadamente 7.000 inscripciones por año, buscó fondos de forma permanente y dio clases y charlas sobre los derechos de las mujeres.
Fue la toma del poder de Hitler en Berlín en enero de 1933 lo que puso fin al papel de Theodor y Ada en la Volkshochschule de Hannover. Como judío y como escritor político que luchaba por el orden democrático, Theodor Lessing se había convertido en uno de los intelectuales más expuestos en la Alemania de su época, y estaba en el punto de mira de los extremistas de derecha. Ya en febrero / marzo de 1933, Theodor huyó a través de Berlín a Checoslovaquia, donde tenía contactos como colaborador frecuente de uno de los periódicos en alemán que se publicaban en Praga1 Y aún así, un escuadrón de cazarrecompensas nacional-socialistas, miembros del grupo de alemanes Sudetendeutsche que vivían en lo que antes de la Primera Guerra Mundial era Bohemia, lo asesinó en agosto de 1933. En Hannover, la Volkshochschule se fusionó de inmediato con la jerarquía de centros de capacitación dirigidos por el partido nacional-socialista (NDSDAP) y, por lo tanto, prácticamente desapareció de la sociedad si sirve el término en su sentido más descriptivo.
En 1945, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, con Hannover bajo el control británico, reapareció la Volkshochschule, primero bajo el techo de una asociación cívica oficialmente independiente (pero en realidad inspirada por el gobierno) que debía agrupar las diversas iniciativas de educación de adultos en la ciudad. Cabe destacar que a Ada Lessing, que había regresado de su exilio en el Reino Unido, no se le ofreció un puesto en la institución que había dirigido durante 14 años, por lo que comenzó a trabajar para una institución educativa en la ciudad vecina de Hameln, donde murió en 1953, a los 70 años de edad.
En 1966, la Volkshochschule pasó a ser de propiedad municipal, sobre todo para estabilizar su financiación. La idea, sin embargo, de otorgarle el nombre de Ada y Theodor Lessing necesitó 40 años más para que finalmente cristalizara en 2006. Resultaba demasiado controvertido, al parecer, dar el nombre de estos dos intelectuales excéntricos incluso en una ciudad en la que, desde la guerra, la socialdemocracia ha sido el poder político dominante, tan fuerte que todos los que quieren hacer una carrera en la administración municipal reciben consejos secretos (de amigos o colegas) para que acepten como inevitable afiliarse del partido. Aun así, incluso en ese entorno socialdemócrata por tradición muy a favor de la educación para todos, Ada y Theodor Lessing parecían demasiado desajustados, demasiado disconformes o quizás demasiado independientes.
Tal vez sea indicativo de esta relación tan inestable con los padres fundadores Ada y Theodor, que incluso ahora, en 2019, en el vestíbulo de entrada de VHS Hannover no hay nada que recuerde a los transeúntes algún dato más acerca de esos nombres. ¿Qué se esperaría normalmente? ¿Un busto de bronce quizás, una placa conmemorativa? ¿Un aforismo como el atribuido de Lessing: Wissen ist Macht, Bildung ist Schönheit” (La sabiduría es poder. La educación es belleza) 2 en letras de metal en uno de los segmentos de la pared? En cualquier caso, sería necesario y de justicia algo que presentara los Lessing a los visitantes en estos días, porque son muy pocos los expertos en filósofos alemanes y activistas de los derechos de las mujeres de la década de 1920. Y así, los ciudadanos comunes tienen poca o ninguna idea de quiénes son estas personas divertidas cuyos nombres hacen que el nombre oficial del centro de educación de adultos sea tan poco práctico para nombrarlo en el día a día en toda su extensión: “Ada-und-Theodor-Lessing-Volkshochschule Hannover”.
Retrato de Theodor y Ada Lessing por Detlef Kappeler (1985), 3 x 3 metros, en el vestíbulo.
Pero…¡un momento! En realidad todo esto es un poco engañoso, no es del todo cierto ahora. De hecho, hay una gran pintura de trazos difuminados de 3×3 metros atornillada a la pared sur, por lo demás vacía, del vestíbulo. En un caos expresionista de color beige y marrón, una cabeza masculina grande y barbuda ocupa el primer plano (Theodor), una cabeza femenina más pequeña con gafas (Ada) se asoma ligeramente detrás de él, y el fondo en sombra está poblado por una serie de caras mezcladas en vagones de carga ferroviarios que recuerdan la deportación y la muerte en tiempos de Hitler. El cuadro fue creado en 1985 por Detlef Kappeler, profesor de artes en la universidad de Hannover. Tiene su propia y controvertida historia relacionada con la participación de Kappeler en el movimiento político y social de mayo de 19683 que a su vez provocó la protesta de las partes más conservadoras de la elite de la ciudad y la universidad, que en ese momento se opusieron a mostrar este cuadro en la universidad.
Entonces vale, ahora sí hay una pintura. Controvertida, pero sin una información explícita del contexto histórico casi ninguno de los visitantes comunes de hoy tiene la oportunidad de relacionar la pintura con los padres intelectuales de la Volkshochschule. Ada y Theodor, por otro lado, probablemente estarían bastante satisfechos con lo que el centro hace por los ciudadanos de la ciudad: ofrece capacitación asequible pero de alta calidad en áreas útiles tanto para el mundo del trabajo como para el desarrollo personal en diferentes áreas, en la tradición de la educación humanista. Las áreas más importantes de capacitación son el idioma alemán, alrededor de 20 idiomas extranjeros, destrezas específicas para trabajadores de oficina y un amplio rango de las llamadas habilidades o competencias de andar por casa, como psicología, pedagogía y cuidado de los hijos, artes, salud, técnicas domésticas, comunicación, humanidades, ecología y sociedad: temas que se consideran importantes para los ciudadanos activos, conscientes de sí mismos y responsables, y para llevar una vida plena en un mundo moderno.
Por supuesto, como otros Volkshochschulen, VHS Hannover intenta ajustar su programa a las necesidades actuales (o futuras) de la sociedad. El desarrollo tecnológico, como el uso ubicuo de las computadoras, ha cambiado el carácter de los cursos ofrecidos en los últimos 20 años. Los temas de importancia mundial, como el cambio climático o, en general, la ecología y la sostenibilidad se reflejan tanto en el programa del curso como en conferencias y exposiciones. En estas áreas, el centro también colabora con muchas otras organizaciones de la ciudad, tanto instituciones públicas como museos, bibliotecas y colegios, como todo tipo de organizaciones y asociaciones cívicas. Un desarrollo que tuvo un impacto visible en VHS Hannover y en la educación de adultos en general en los últimos años es la llegada de aproximadamente 1,5 millones de refugiados a Alemania, principalmente de las zonas de guerra de Oriente Medio. Hannover recibe oficialmente alrededor de 4200 de ellos (en realidad, probablemente más). La capacitación y las clases de idiomas para familiarizarse con la cultura y la sociedad locales se han establecido en todo el país, en su mayoría apoyadas por fondos federales. En VHS Hannover, actualmente más de 2000 personas refugiadas o migrantes están inscritas en cursos diseñados específicamente para ellos, o participan en otras actividades, como asesoramiento educativo.
Un indicador tangible de cómo VHS Hannover entiende su responsabilidad en la sociedad es también el bistro adyacente al vestíbulo de entrada, donde los participantes de los cursos, el personal, los profesores y también los ciudadanos que no tienen ninguna relación con la educación vienen a tomar un café, una cena ligera o simplemente disfrutan sentándose en la terraza junto al río. Las personas que trabajan en el mostrador de ventas del bistro y en la cocina son hombres y mujeres con necesidades especiales: está dirigido por Hannoversche Werkstätten, la entidad más importante de la región en integración laboral. Diez de sus aproximadamente 1.000 empleados con necesidades especiales trabajan en el bistro de VHS Hannover, lo que demuestra que la integración social de las personas con necesidades especiales es posible.
Otra de las áreas en las que se puede observar cómo VHS Hannover está impregnada por los principios del humanismo y la ilustración es la cooperación a nivel internacional: VHS Hannover es extraordinariamente activa en la cooperación internacional, especialmente en toda Europa. Los equipos de proyecto suelen incluir organizaciones asociadas de cuatro a ocho países. Estos equipos intentan, durante periodos de 2 a 3 años, desarrollar nuevas formas de enseñanza, proporcionar capacitación a formadores, recopilar buenas prácticas y difundirlas entre educadores de adultos en toda Europa. Estas actividades generalmente se financian a través de programas de donantes internacionales como, por ejemplo, Erasmus +, un programa para apoyar la innovación y el intercambio de experiencias en educación; la Iniciativa Ciudadana Europea; AMIF: un programa de la Unión Europea para hacer frente a la llegada de migrantes, etc.
Participantes del BarCamp “WeStartUp!” (diciembre 2017), discutiendo acerca de oportunidades para nuevas empresas de economía social.
(Foto tomada en uno de los espacios satélite que VHS Hannover tiene en los alrededores).
Los proyectos internacionales en los que VHS Hannover ha estado trabajando actualmente incluyen:
“MobileBE – Educación básica móvil para adultos”, donde se desarrollan nuevos enfoques para proporcionar educación básica para adultos en situaciones problemáticas de la vida:
– Quality Blended Learning: donde se desarrollan materiales y herramientas para educadores de adultos que desean combinar el aprendizaje electrónico y la enseñanza tradicional en el aula de una manera significativa;
– MILAR: un proyecto para probar la utilidad de las iniciativas de economía social para la integración de los refugiados en el mercado laboral y la sociedad; y
– Diversity Capacities: un proyecto para ayudar a las organizaciones de educación de adultos a adaptarse a los requisitos actuales al tratar con la diversidad (en religión, etnicidad y cultura).
La relevancia de estos proyectos a veces no resulta tan clara para los usuarios normales de Volkshochschule, porque los temas suelen ser abstractos o son tratados en un diferente nivel. Sin embargo, un evento en noviembre de 2018 lo trajo vívidamente a la realidad diaria: como parte del proyecto MILAR, VHS Hannover organizó una serie de talleres temáticos para miembros del personal y becarios de una firma social local que ofrece puestos de trabajo, formación profesional e inclusión social para refugiados en Hannover. Como uno de los productos de los talleres, se creó una exposición que utilizaba las paredes del vestíbulo de entrada para mostrar fotografías de los refugiados bajo el cuidado de esa empresa sin fines de lucro. La gente que pasaba por el vestíbulo de entrada se detuvo y miró los retratos colgados que parecían un poco como retratos en los pasillos ancestrales de un castillo aristocrático, pero que mostraban personas de rostro abierto, obviamente, de Oriente Medio. Un participante refugiado de una clase de alemán preguntó: “¿Quiénes son estas personas? ¿Son estudiantes de mérito aquí? “- En realidad no lo eran. Pero la idea reflejaba bien lo que Volkshochschule quiere lograr: las personas desarrollan sus capacidades y se conectan con la sociedad, y se las merecen estrictamente por ser simplemente lo que son, personas.
1. Ada le siguió en julio
2. Se dice que la frase apareció en un discurso de Lessing en la celebración de los cinco años de Volkshochschule en Hannover 1923. [Fuente: Catálogo de la exposición de 75 años de VHS Hannover, 1995.]
3. Una tercera persona identificable en la pintura es el psicólogo Peter Brückner, uno de los principales intelectuales del movimiento izquierdista de la década de 1970 en Alemania.
Christian Geiselmann es responsable de proyectos de cooperación europea en VHS Hannover. Lingüista e historiador por formación académica, trabajó varios años como editor de un periódico en el sur de Alemania, como investigador en estudios del sureste de Europa en Munich y como coordinador de proyectos de desarrollo internacional en los países balcánicos.